PROPUESTA DE CIUDAD TERRITORIAL, PASCO, PERU
El presente estudio ha sido elaborado como parte del perfil de inversión pública para una escuela de nivel inicial en el centro poblado de Huayllay en el departamento de Pasco, Perú, el cual en una primera instancia y sin entrar en el detalle del proyecto arquitectónico, analizó el territorio en el que se ubicará la futura escuela.
Antes de indagar en las respuestas a las preguntas sobre ¿En que consiste dicho territorio? Y ¿cómo funciona y cual es su relación con sus ciudades y habitantes?, me ha sido necesario acotar el alcance sobre el cual quisiera enmarcar la noción de territorio y sus relaciones a escala mayor. Neil Brenner, utiliza el concepto de “operational landscape” para describir los espacios no urbanizados - que producto de la urbanización capitalista - se han transformado en zonas de gran intensidad con presencia de infraestructuras de gran escala, estando profundamente entrelazados a los procesos de urbanización de las grandes aglomeraciones urbanas. En otras palabras, los territorios “escasamente” urbanizados son operacionales a los procesos de construcción de las grandes ciudades. En el caso del territorio en cuestión, su intensa explotación minera favorece principalmente a la ciudad de Lima, desde la cual se administran y concentra la capitalización de dichos recursos.
Dentro de este marco, se puede considerar que los territorios alto andinos como lo son las regiones de Pasco y Junín son parte de esta lógica operacional en la cual Lima - y otras ciudades - se ven beneficiadas de la explotación de los territorios en desmedro de estos. El historial de conflicto entre las comunidades locales y la capital de Perú parece indicar que esto efectivamente es así. Es por ello que el presente estudio busca generar una visión territorial alternativa al desarrollo que se ha venido implementando históricamente en esta región. Un nueva visión en la cual el territorio sea entendido como un medio de desarrollo no solo para la gran industria minera sino que también para las comunidades que habitan en él.
Ubicación en relación a Lima
PUNTO DE PARTIDA, EL CONFLICTO
La ciudad minera de Cerro de Pasco ubicada a 220 kilómetros al noreste de Lima se encuentra en un conflicto medioambiental que ha llevado a evaluar en varias ocasiones la reubicación de la ciudad. Debido a esto, en el año 2008 fue promulgada la ley Nº 29293 en la que “se declara de necesidad pública e interés nacional la implementación de medidas para lograr el desarrollo urbano sostenible concertado y la reubicación de la ciudad de Cerro de Pasco”. Esta ley dio paso a la conformación de una comisión que se encuentra evaluando tres alternativas para la reubicación de la ciudad: Villa Pasco (a 12 km de la actual ubicación), Vicco (a 20 km) y Ninacaca (a 30 km). La presión por desplazar la ciudad se ha vuelto aún más fuerte debido a la existencia de planes para la ampliación del tajo de la mina (la cual se encuentra al tope de su capacidad productiva) sobre los terrenos que ocupa actualmente la ciudad.
La situación medioambiental de Cerro de Pasco es crítica. El área urbana se encuentra al borde del tajo de la mina desde el cual se generan los contaminantes que se expanden directamente sobre la población, (se estima que 9 de cada 10 niños menores de 12 años presentan altos índices de plomo en la sangre (1)). Por otro lado, otras zonas del territorio no se encuentran exentas de los efectos de la explotación minera. Importantes áreas presentan altos índices de contaminación tanto del aire como de la tierra y el agua. Existen actualmente sobre el territorio 24 pasivos ambientales (2) en estado inactivo, muchos de ellos próximos a ríos y otros afluentes, generando una alta contaminación con metales pesados principalmente en el sector norte del humedal Chinchaycocha. Todo esto ha provocando perdidas en la calidad de los suelos agrícolas y ha puesto en peligro la supervivencia de varias espacies (algunas endémicas) que habitan en él.
La reubicación de la ciudad de Cerro de Pasco significaría mover alrededor de 65.000 personas y todos los equipamientos e infraestructura urbana que ello implica. Podría ser esta una oportunidad inigualable para pensar el territorio en su conjunto. Una oportunidad para pensar en un desarrollo integral en términos económicos, sociales y medioambientales.
Relación mina a tajo abierto y la ciudad de Cerro de Pasco
Ubicación de los pasivos ambientales y relaves en el territorio
EL TERRITORIO HOY
El territorio en estudio abarcar un área geográfica que comprende a un conjunto de poblados y ciudades cuya población se estima en 116.000 habitantes. Dicha región corresponde a una planicie que se ubica a 4.300 msnm y se caracteriza por la presencia de lagos de sierra, siendo el más importante de estos el humedal Chinchaycocha. Este conjunto de lagos y lagunas conforman la cuenca que da origen al río Mantaro. Los principales centros poblados se ordenan alrededor del humedal Chinchaycocha. Este sistema cuenta con una carretera principal y un servicio ferroviario de carga que conecta las ciudades de Junín y Cerro de Pasco.
La población de esta región es principalmente urbana (87%), esto debido fundamentalmente a la concentraciónes urbana que generan los pueblos mineros de Rancas, Colquijirca, Huayllay y la ciudad de Cerro de Pasco. El resto de los poblados como Vicco, Ninacaca, Carhuamayo, Junín y Ondores se encuentran menos relacionados a la minería por lo que presentan una economía más local, principalmente ligada a la agricultura de subsistencia y la ganadería.
Mapa del territorio hoy
CARACTERISTICAS SOCIO ECONÓMICAS
Debido a su lógica operacional, el territorio en estudio presenta un notable desequilibrio entre la riqueza que genera la explotación de sus recursos minerales versus el escaso desarrollo y bienestar de la población local. Sus indicadores de desarrollo humano, tales como pobreza, analfabetismo y (el más dramático de todos) la desnutrición infantil, dan cuenta de este problema:
Un 40% de su población se encuentra por debajo de la línea de la pobreza (3), concentrándose esta en los distritos de Ninacaca, Huayllay, Chaupimarca y Carhuamayo. Estos índices de pobreza se correlacionan con las tasas de analfabetismo (4) la cual promedia un 6,7% y se concentra mayoritariamente en los distritos de Ninacaca, Junín y Carhuamayo, todos con una tasa mayor al 10%.
Por otro lado y producto de estas cifras, existe una preocupante tasa de desnutrición infantil (5), la que alcanza un 33,4% de la población menor de 5 años y cuyas consecuencias sobre la población solo son medibles al largo plazo.
Distribución de las cifras de: Población, pobreza, analfabetismo y desnutrición infantil
ACTIVIDAD ECONÓMICA
Existe un enorme desequilibrio entre la actividad minera y el resto de las actividades en términos de generación de dinero, siendo la zona norte del territorio la que concentra la totalidad de la actividad minera y por ende las mayores concentraciones de población. Sin embargo, al comparar las cifras de actividad económica respecto a la población económicamente activa se observa que a pesar del enorme domino de la minería, solo el 14% de la población se dedica a actividades directamente relacionadas con esta. Habiendo actividades como la agricultura, la ganadería o el comercio que poco aportan en términos económicos, pero que ocupan a un importante porcentaje de la población (28,5%).
Esta problemática conlleva una gran desigualdad entre las actividades mineras y la población que desempeña otras labores. Por lo tanto, se hace necesario el desarrollo de actividades económicas alternativas y complementarias que generen ingresos dignos y nuevas oportunidades de desarrollo a los habitantes de este territorio.
Distribución de las actividades económicas
PROPUESTA PARA UN TERRITORIO INTEGRADO “CIUDAD TERRITORIAL”
La población que habita actualmente los centros poblados del Sistema Chinchaycocha, clama por que los beneficios generados por la explotación del territorio que habitan sean distribuidos de forma más equitativa, así como por la generación de nuevos polos de desarrollo sustentables y alternativos.
Ante estas aspiraciones ciudadanas, cabe preguntarse si la inminente reubicación de la ciudad de Cerro de Pasco podría abrir la oportunidad a un nuevo modelo de desarrollo y gestión del territorio que no involucre necesariamente reubicar a la totalidad de la población en un solo punto (lo cual solo mantendrá el desequilibrio y las desigualdades de oportunidades e ingresos que existen actualmente), sino que implique un modelo de ciudad-territorio en el cual la población a desplazar sea distribuida dentro de los pueblos ya existentes.
¿Podría esto generar la posibilidad de proyectos de inversión que mejoren las actuales condiciones urbanas de dichos centros poblados?, por otro lado, ¿Podría este modelo equilibrar las oportunidades de desarrollo de la población, evitando la dependencia exclusiva de la actividad minera y generar nuevas actividades como el turismo sustentable (reservas ecológicas) o la manufactura de productos ganaderos (lana, leche, etc.)?
Reubicación concentrada vs reubicación territorial
Considerando el enorme potencial del territorio en términos naturales, paisajísticos y culturales. La propuesta de “Ciudad Territorial” aporta una visión de desarrollo que busca integrar estas distintas potencialidades del territorio bajo una idea de sistema de poblados integrados.
Este modelo implicaría en principio reforzar las infraestructuras existentes, (como carreteras y transporte público) para abarcar la totalidad del territorio y a sus 116.000 habitantes. Esto daría paso a un anillo de centros poblados en torno al Humedal Chinchaycocha cuyo perímetro tendría como máximo un tiempo de recorrido de 1 hora y 20 minutos (6), por otro lado, permitiría que cada pueblo y ciudad funcione de forma complementaria al sistema ya que los equipamientos de escala regional podrían distribuirse en los centros mayores mientras que los equipamientos locales, podrían ser ubicados dentro de los pueblos de menor tamaño, permitiendo así, reforzar la complementariedad del sistema en su conjunto.
Comparaciones: superficie territorial y población
Para visualizar esta idea, se ha producido una imagen collage que reúne todos los elementos que actualmente conforma y que se podrían incorporar a este territorio, un imaginario que se proyecta hacia un futuro escenario. Al centro, el humedal Chinchaycocha es el elemento paisajístico que caracteriza este territorio, el cual en primer lugar debería considerar una recuperación natural a través de un adecuado manejo de los pasivos mineros y de un programa de fitorremediación que permita recuperar la calidad de los suelos y del agua.
Nuevas áreas boscosas podrían ser parte de este paisaje, las cuales permitirían aislar las zonas mineras de las áreas urbanizadas. Estas últimas podrían generar espacios urbanos y arquitectónicos que consideren las características de las construcciones y culturas locales. Por otro lado, el potencial natural del territorio propiciaría un desarrollo ganadero más intensivo y un aprovechamiento de las riquezas naturales a través de un turismo sustentable que saque partido de la reserva nacional de Junín y del santuario natural “Bosque de Piedras de Huayllay”.
Llevar adelante un plan urbano y territorial de estas dimensiones, implica una compleja coordinación entre múltiples actores que en muchos casos tiene intereses contrarios y visiones divergentes, haciendo infructuoso cualquier avance hacia un desarrollo planificado. Sin embargo, (y sin perder de vista el hecho de que el territorio puede ser entendido bajo la lógica de ciudad-territorio) avanzar en una agenda de proyectos de pequeña escala que permitan materializar esta idea desde abajo hacia arriba, puede ser un camino a seguir. En ese sentido, los futuros proyectos como la escuela que se buscan construir deberían ser una herramienta de intervención concreta en el territorio, siendo este, el marco bajo el cual sea planteado su desarrollo.